La danza contemporánea surge como una
reacción a las formas clásicas y probablemente como una necesidad de expresarse
más libremente con el cuerpo. Es una clase de danza en la que se busca
expresar, a través del bailarín ,
una idea, un sentimiento, una emoción, al igual que el ballet clásico, pero
mezclando movimientos corporales propios del siglo XX y XXI.
Su origen se remonta hasta finales
del siglo XIX. En
los inicios se buscaba una alternativa a la estricta técnica del ballet clásico,
empezaron a aparecer bailarines danzando descalzos y realizando saltos menos
rígidos que los tradicionales en el escenario. Con el tiempo, fueron
apareciendo variaciones en las que la técnica clásica brillaba por su ausencia
e incluso se introducían movimientos de otros estilos de baile, como
movimientos aflamencados, movimientos tribales, acrobacias, contacto físico.
Hasta el final de la Segunda Guerra
Mundial,
este renovado estilo de danza se llamó danza moderna,
pero su evolución desde finales de los años 1940 en adelante llevó a que se
prefiriese a partir de entonces emplear la expresión danza contemporánea. Hoy
en día, las técnicas modernas dejan paso a un torbellino de mezclas de estilos,
llegándose incluso a no dejar claro a qué estilo se asemeja o qué patrones se siguen. Se pueden distinguir en los inicios dos
escuelas, la Americana y la Europea.
Una característica distintiva es el uso
de multimedia para acompañar las coreografías, como video e imágenes usados de
fondo.
La danza clásica tiene una dramaturgia
con principio, clímax y desenlace. La danza contemporánea puede seguir esta
estructura o bien, contar historias de una forma no lineal.
La danza contemporánea puede hablar de un
concepto, proponer un ambiente o presentar movimientos con el propósito de
conseguir una estética determinada, no siempre tiene que contar una historia.
Por otro lado, la danza clásica se construye a través de pasos ya existentes y
siempre codificados mientras que la danza contemporánea busca la innovación y
la creación de nuevas formas de movimiento de acuerdo con las necesidades del
coreógrafo o el intérprete. La danza clásica busca el preciosismo, lo estructurado
y perfecto, la conexión con lo etéreo, con lo celestial; más bien está ligada
al concepto de lo apolíneo .
La danza contemporánea busca la conexión con lo
terrenal, con lo humano y sus pasiones, la no estructura, la transgresión; está
ligada al concepto de lo dionisíaco.
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